San Vicente de Paúl escribía al P. Juan Martín, el 22 de diciembre de 1656, en estos términos: “Por aquí no tenemos más novedad que el misterio que se nos acerca y que nos hará ver al Salvador del mundo como anonadado bajo la forma de un niño. Espero que nos encontraremos juntos a los pies de su cuna para pedirle que nos lleve tras él en su humillación”.
Y en la repetición de la oración del 15 de noviembre de 1656, exclamaba: “¿Y no vemos también cómo el Padre eterno, al enviar a su Hijo a la tierra para que fuera la luz del mundo, no quiso sin embargo que apareciera más que como un niño pequeño, como uno de esos pobrecillos que vienen a pedir limosna a esta puerta? ¡Padre eterno, tú enviaste a tu Hijo a iluminar y enseñar a todo el mundo, pero ahora lo vemos aparecer
de esa manera!”.
Con estos dos textos de San Vicente de Paúl en torno a la Encarnación y a la Natividad del Hijo de Dios -y dentro de los 400 años del carisma vicenciano-, esta página web felicita la Navidad a todos los que tienen la amabilidad y la deferencia de acercarse a esta ventana virtual. Que las luces, los adornos, el consumo, la hojarasca superficial... no logren ocultar la verdadera y auténtica vivencia de la Bondad y la Misericordia de Dios, encarnadas en un Niño especial.
¡Feliz, solidaria y vicenciana Navidad!