El hecho ocurrió el 18 de junio de 2015 con motivo de la celebración de la Pascua del enfermo. Con el Sacramento de la Santa Unción y la Eucaristía, 54 enfermos y personas mayores, en comunión con la Comunidad Parroquial de Santo Domingo, vivieron “el paso” del Señor.
En este “paso”, Dios habló para decir que en el dolor y en los achaques por los muchos años Él siempre se hace presente. Nadie tiene por qué decir que está solo.
Y después de la escucha de la Palabra de Dios, la celebración se hizo plegaria: primero de acción de gracias por el don del Sacramento y luego de petición y suplica: de los sanos y jóvenes por los enfermos y ancianos, y después, de los enfermos y mayores por los sanos y jóvenes.
Y todo acabó con la entrega simbólica de un cirio encendido del Cirio Pascual para iluminar la sombras del dolor y caldear el frío del corazón sufriente.