El viernes día 26 del pasado mes de junio de este año 2020, celebramos en nuestra Unidad Pastoral “Dulce Nombre-María Milagrosa”, de Valladolid, el sacramento de la Confirmación de un grupo de 9 jóvenes de nuestras dos parroquias, junto con 5 invitados de otras parroquias de la capital pucelana.
Ciertamente, fue una celebración “distinta” por la situación en la que nos encontramos, pero, a la vez, muy especial.
Venimos de tres meses encerrados en nuestros hogares, recogidos hasta minimizarnos, nuestras rutinas en pausa, muchos en soledad, y todos afectados directa o indirectamente por este virus llamado COVID-19. Tenemos miedo, no podemos tocarnos, hay que guardar distancia… Y en medio de esta “nueva normalidad” a la que nos cuesta despertar, surge dentro de nuestra parroquia un brote de Confirmados positivos.
Esto amigos es, sin duda, algo que celebrar. La vida sigue su curso, se renueva y continúa irremediablemente, aunque nosotros no seamos capaces de seguir su ritmo. Catorce jóvenes fueron llamados para recibir los dones del Espíritu: Consejo, para acompañar a los que más sufren; Entendimiento, para combatir las dudas; Sabiduría, para ver el mundo con la mirada de Dios y obrar justamente; Fortaleza, para atravesar las crisis; Ciencia, que nos ayudará a dar perspectiva y soluciones a los problemas; Piedad, para salir de nuestro yo y construir un nosotros…, y finalmente Temor de Dios, que, aplicado a lo recientemente vivido, nos reviste de humildad, nos hace caer en la cuenta de lo pequeños que nos volvemos cuando nos encerramos… y lo grandes que podemos ser si estamos unidos.
Nuestro pequeño grupo dio positivo en este virus al que quedaron llamados a expandir. Dicen que los más jóvenes son unos “supercontagiadores”, y yo así lo creo. A los que somos más mayores, conviene refrescarnos con su vitalidad. Dejémonos “enfermar” para sanar y poder sanar a otros. Esta pandemia es muy necesaria tal y como se están desarrollando los acontecimientos. Sin duda, el pasado 26 de junio hubo mucho que celebrar, y yo me alegro por todos los jóvenes que dieron su testimonio ante nuestra comunidad. ¡Enhorabuena!
Susana Pesquera